Los artefactos de calefacción a leña (estufas, calderas u hornos) cada vez que se encienden pueden producir humo denso durante horas. Independientemente de que el humo se vea o no, contiene:
partículas diminutas (PM2.5)
monóxido de carbono
ozono
óxido nitroso
dióxido de azufre
hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH)
Las ordenanzas locales pueden controlar el uso de los aparatos de calefacción que usan madera.
Riesgos para la salud a causa de la contaminación por humo de leña
Las probabilidades de sufrir consecuencias en la salud por la exposición al humo dependen de la concentración de contaminantes en el aire y del tiempo que haya estado expuesto a ellos.
Respirar el humo de la combustión de leña es un riesgo para la salud. Los niños, los ancianos, y las personas con asma, enfermedades del corazón y otras enfermedades respiratorias están a mayor riesgo.
La exposición a las pequeñas partículas de humo de combustión de leña puede causar o agudizar los problemas respiratorios y cardiovasculares.
Si su estufa a leña tiene una chimenea pequeña, o si está cerca de su casa, es más probable que genere riesgos de salud para usted y sus vecinos.
Los gases tóxicos y las diminutas partículas del humo de la combustión de leña son tan pequeños que pueden ingresar a las casas, incluso cuando las ventas y las puertas están cerradas.
Reducir la contaminación por humo de leña
Si es propietario de casa y tiene un artefacto de calefacción a leña, como una estufa u hogar a leña:
Use solo artefactos de calefacción a leña aprobados por la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés).
Solo queme madera seca. Nunca queme madera tratada, basura o material para reciclar.
Precaliente la caja de combustión con un fuego hecho con pequeñas ramas antes de cargarla con leña.
Abra el regulador de tiro antes de abrir la estufa para reducir la cantidad de humo en su casa.
Extienda la chimenea o los tiros de modo que sobrepase la línea del techo de su casa y las de sus vecinos.
Observe el viento y el clima, queme cuando el humo se disperse lejos de los edificios.
Si usted o sus vecinos aún sienten olor a humo, opte por una estufa a gas natural.