1. Confirmed case of measles in Dane County.

    See community exposure locations

For Public Health, Preparing for Emergencies Never Ends

posted 

Español

It’s been said that “By failing to prepare, you are preparing to fail.” September is National Preparedness Month, which we recognize each year, but which has even more meaning this year as we finish our ninth consecutive month of responding to the COVID-19 pandemic.

Planning for emergencies never ends
This is not our first emergency response, nor will it be our last. Crises, emergencies, and health threats like measles and influenza are always a possibility. In 2018, our area saw historic flooding. We immediately responded to this emergency by providing support to the City and County, assisting the public with water safety and mold concerns, distributing well water test kits, providing regular communication about water, mold, and clean up procedures, and assisting owners of licensed establishments with clean up, safety, and re-opening guidance.  

In 2019, a generator fire disrupted power in downtown Madison on the hottest day of the year. We responded by providing guidance to licensed establishments, assisting in the set up of cooling centers, and communicating with the public about health and safety measures to take. 

In 2009, a novel influenza virus arose, becoming a pandemic. We coordinated with our community partners to provide H1N1 vaccines to children in every K-12 school in the county and held mass immunization clinics for the general public at the Alliant Energy Center.  

Prior to, and since these incidents, members of our organization have prepared for every conceivable crisis by training, practicing, and collaborating to ensure a response that would be swift, strategic, provide clear communication, and encompass our entire community. Crisis plans, including how we would work with community partners and what roles we would need in order to respond were created. Emergency preparedness is a continual process, and we have taken great care to assess and reflect upon each response when it is over, updating our plans when needed.  

Now, in 2020 a new pandemic has affected us. While we had plans in place for a novel virus, the playbook we were prepared to use didn’t quite prepare us, or anyone, for the twists and turns this virus has shown us. We’ve had to keep on our toes along the way as our knowledge about this virus has grown, but throughout it all, we have relied upon what we’ve practiced and trained for as the strong foundation to our response. 

And that’s what preparedness is all about. No one has a crystal ball to predict with 100% certainty how a crisis will play out. Public Health preparedness is about planning to the best of an agency’s ability for a crisis, collaborating with community partners ahead of time to ensure that our efforts support everyone in our county, and clear, two-way communication. 

And just as in previous emergency responses, we’ve already begun to take careful notes on what’s gone right thus far, along with what hasn’t, in order to better inform our future responses. While we’d like to have that crystal ball, the fact is that we don’t. 

What we can and do rely on is our preparation and the knowledge gained along the way to guide us as we go. But all the drills, planning, and lessons learned can only get us so far. It has never been clearer that the actions we each take as individuals and families can impact the health and safety of our entire community. The collective action of our community influences our success and ability to respond to any emergency.

Para la Salud Pública la preparación para las emergencias nunca termina

Se dice que “al fallar en prepararse se está preparando para fallar.” Septiembre es el Mes Nacional de Preparación para Emergencias, el cual es conmemorado cada año, pero tiene mucho más significado este año al finalizar el noveno mes consecutivo de respuesta a la pandemia por COVID-19. 

Esta no es nuestra primera respuesta de emergencia y tampoco será la última. Crisis, emergencias y otras amenazas para la salud como el sarampión, y la influenza están siempre al acecho. En el 2018, nuestra área sufrió inundaciones históricas. Respondimos a esta emergencia de manera inmediata brindado apoyo a la Ciudad y al Condado, auxiliando las necesidades del público con relación a sanidad de las aguas y moho, distribuyendo kits para pruebas de agua de pozo, asistiendo con procedimientos de limpieza, así como también ayudando a los propietarios y las propietarias de establecimientos autorizados con guías para limpieza, seguridad y re-apertura segura. 

En el 2019 un incendio en un generador interrumpió el suministro eléctrico en el centro de Madison durante el día más caluroso del año. Nosotros respondimos brindando orientación a los establecimientos autorizados, ayudando en la instalación de centros de enfriamiento y comunicándonos con el público sobre las medidas de salud y seguridad a tomar. 

En el 2009, surgió un nuevo virus de influenza, convirtiéndose en una pandemia. Coordinamos con nuestros socios comunitarios para proporcionar vacunas contra la gripe H1N1 a los niños y las niñas en todas las escuelas K-12 en el condado y realizamos clínicas de vacunación masiva para el público en el Alliant Energy Center.

Antes y después de estos incidentes, cada miembro de nuestra organización se ha preparado para posibles crisis mediante la capacitación, la práctica y la colaboración para garantizar una respuesta que sea rápida, estratégica y que brinde una comunicación clara abarcando toda nuestra comunidad. Hemos creado planes para afrontar estas crisis los que incluyen la forma en que trabajaríamos con nuestros socios comunitarios y que roles necesitaríamos para responder adecuadamente. La preparación para emergencias es un proceso continuo y hemos tenido mucho cuidado de evaluar y reflexionar sobre cada respuesta cuando termina, actualizando y ajustando nuestros planes cuando es necesario. 

Ahora, en el 2020 una nueva pandemia nos afecta. Si bien es cierto que teníamos planes para enfrentar un nuevo virus, pero lamentablemente la modalidad de esta situación no nos preparó para los retos que este virus nos ha mostrado. Hemos tenido que mantenernos en alerta a medida que aumenta nuestro conocimiento sobre este virus, pero a lo largo de todo, hemos confiado en lo que hemos practicado y entrenado como la base sólida de nuestra respuesta. 

Y de eso se trata la preparación. Nadie tiene una bola mágica de cristal para predecir con 100% de certeza como se desarrollará una crisis. La preparación para la salud pública se trata de planificar cual es la mejor capacidad que una agencia tiene, la constante colaboración con los socios comunitarios para asegurar que nuestros esfuerzos apoyen a todos en el condado y una comunicación clara y bidireccional. 

Y al igual que en respuestas de emergencia anteriores, ya hemos comenzado a tomar notas de lo que ha salido bien hasta ahora, así como de lo que no ha resultado, para informar mejor nuestras respuestas futuras. Y aunque nos gustaría tener esa bola mágica de cristal, la realidad es que no es así. 

En lo que si podemos confiar es en nuestra preparación y el conocimiento adquirido a lo largo del camino para guiarnos a medida que avanzamos. Pero todos los simulacros, la planificación y las lecciones aprendidas solo pueden llevarnos hasta un punto. Nunca ha sido más claro que las acciones que tomamos como individuos y familias pueden afectar la salud y la seguridad de toda nuestra comunidad. La acción colectiva de nuestra comunidad influye en nuestro éxito y en nuestra capacidad para responder a cualquier emergencia.

This content is free for use with credit to Public Health Madison & Dane County .

Categories:
Was this page helpful to you?