Todavía no se han iniciados los análisis rutinarios del agua de las playas. La natación se hace a su propio riesgo. Las algas azules-verdes (cianobacterias) pueden estar presentes a niveles variables dependiendo en el oleaje y el viento. Los que utilizan las playas deben usar sentido común y evitar contacto con cualquier brote de dichas algas que se observe.